¿Han escuchado el álbum The
Wall de Pink Floyd?
Tal vez no. Tal vez si, pero
no con detenimiento. Capaz se estén
preguntando que michi es Pink Floyd. Bueno, aunque me gustaría entrar en muchos
detalles sobre aquel álbum y que tanto me apasiona (lo cual derivaría en
hablarles de todo lo que me gusta de Pink Floyd, lo cual llevaría a que yo
produzca unos buenos ladrillos que nadie leería), les explico la idea básica:
la música narra la historia de Pink, un cantante tan absorbido por sus traumas
que construye una pared emocional que lo separa a el del mundo. El aislamiento
y el abandono personal están esparcidos por todos los temas del álbum. Uno
puede identificarse plenamente con el concepto, ya que muchas veces hemos
sentido esa necesidad de alejarnos de todo lo que nos rodea por diversas
razones. A veces buenas razones, otras no tanto, y con diferentes resultados. Al
menos, muchas veces he experimentado ese sentir en mi existencia. Ahora, no crean
que voy a terminar alucinándome un dictador fascista e incitando a la gente a
segregaciones (tienen que ver Pink Floyd para entender lo que estoy
escribiendo), solo han sido consideraciones…. En fin, a lo que iba.
Supongo que eventualmente en algún
momento experimentamos aislamientos con respecto a los que nos rodean. Al final
de cuentas, somos tantos, y tan diversos, con tan diferentes ideas que no
podemos evitar de vez en cuando aislarnos de los que nos rodea. A veces por
sentirnos mas cómodos, a veces por sentirnos mas seguros. A veces, simple y
llanamente, porque nos llega al rábano tener que aguantar la mierda de otros. Todas
son razones justificadas, al final uno elige que quiere ver del mundo que nos
rodea. Eso si, el hecho de que no queramos ver algo, no significa que no este ahí.
Es solo que desviamos la mirada. Pasamos de ello. No estamos creando una pared,
sino una burbuja. Solo dejamos pasar lo que queremos. Es una manera muy cómoda
de vivir la vida.
Bueno, hoy me sentí bien
metido en una burbuja. Lastimosamente, no fue de una manera tan cómoda. Y es
que creo que he dejado de ver el mundo como en verdad es, imaginando que es el
lugar que a mi me gustaría que fuese. Gran error, Saulo. GRAN ERROR.
Supongo que yo mismo me he
tratado como un paria. Bueno, no soy el común denominador en muchos aspectos, y
lastimosamente la gran parte del tiempo eso ha jugado en mi contra. En
realidad, decir “la gran parte del tiempo”, es un poco exagerado, pero en estos
últimos años he sentido un poco mas la pegada con respecto a antes. Supongo que
antes tuve la suerte de estar rodeado de gente bastante positiva y tolerante. Gente
no tan prejuiciosa y de mente no tan cerrada. Lastimosamente, ese no es el común
denominador en todos lados. Juzgando las cosas desde mi perspectiva, al menos,
es así.
¿No será que al final yo me he
vuelto negativo, intolerante, prejuicioso y de mente cerrada? Lo he pensado,
considerado, analizado. A veces peco de ello, es cierto. Trato todo el tiempo
de no hacerlo. Creo que he salido airoso la mayoría de veces. Pero no siempre
estoy seguro. Nunca lo estoy. Por eso es que creo que la burbuja en la que
estoy metido me ha hecho perder la visión del verdadero mundo en el cual vivo,
donde lastimosamente no puedo ser tan abierto sobre como me siento, sobre lo
que pienso y sobre lo que prefiero. Al final olvide las cosas que no quería
ver, y asumí que ya no estaban. Olvide la verdadera forma y contenido del mundo
donde vivo. Me he estado creyendo la charada de que el mundo es el lugar que
quiero ser. La burbuja me opaco feamente la visión, y al final el que siempre
paga los platos rotos de todo eso soy yo.
Supongo que podría tratar de
hacer una diferencia, pero soy tan cobarde a veces que ni siquiera puedo
agarrar y decirle a la gente lo que tengo en la cabeza, y mostrarme como soy en
verdad sin problemas. Caray, ¿cuándo empecé a preocuparme tanto del resto? Al
principio creo que era las pocas ganas de crear conflicto. Ahora, creo que es
miedo a no chocar con nadie porque ya no me gusta estar desentonando tanto. Patético.
Solo me queda tratar de dar el
siguiente paso: agarrar un alfiler y darle de baja a mi burbuja. Abrir los ojos
y encontrarme con la realidad como es. Verlos a todos, sin pestañear, y ser
como en verdad quiero ser, sin miedos ni tontas preocupaciones. Aceptarlo, si. Resignarme,
jamás. Y vivir.
Tal vez, de esa manera, el
mundo pueda ser mas como me gustaría que fuera…
Dudo que alguien haya
extrañado mis pelotudeces en texto. Al final de cuentas, no escribo para nadie,
sino para mi mismo. Igual, me leerán pronto. Si es que alguien lee, claro esta.
Nos vemos.
Saulo.
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